lunes, 29 de junio de 2009

RESIDUOS DEL FACTO EN CENTROAMÉRICA

Indiscutiblemente, vemos como ante los ojos del mundo, de la forma mas baja, sin escrúpulo alguno, siguen moviéndose los intereses del neoliberalismo salvaje.

Lo que en estos momentos acontece en Honduras no es mas que la réplica de los acontecimientos sucedidos entre el 11 y 13 de Abril del 2002, en nuestro país, con la diferencia que a estas alturas, después de la intentona de derrocamiento que vivimos, nuestro Presidente, Hugo Chavez Frías, después de restaurarse el hilo constitucional, interpretó el momento político de manera tal, que entendió como los medios de comunicación en manos de un grupo minoritario perteneciente a la oligarquía, son capaces de derrocar un gobierno legalmente constituido.

Honduras y todo lo allí acontecido, sale del cerco mediático, y todo el mundo vuelca sus ojos hacia este país, gracias a la visión del Presidente Chavez de crear una Televisora que al igual que el ALBA, integre comunicacionalmente a todos los países que la conforman.

Hoy, un día después de haberse instaurado el Gobierno de Facto, de Roberto Micheletti, vemos como avanza la unión de los pueblos, en un nuevo contexto internacional y cobran fuerza todos los mecanismos de integración aupados por EL ALBA, de tal manera, que han activado con una postura digna de gobiernos progresistas a otros mecanismos de integración como: SICA, Los países del Grupo de Río, O.E.A, O.N.U., solicitando además todos los Gobiernos del mundo a pronunciarse en favor del Gobierno de Manuel Zelaya.

La represión militar en Honduras, se agudiza en la medida que el gobierno De Facto quiere imponer su posición la cual lo hace cortando la luz, Internet, Medios de Comunicación Popular, aplicando toque de queda, en fin y ahora agrediendo a un pueblo que exige la restitución del Presidente electo por voto popular.

Honduras, nos obliga a ganar, nos obliga como Revolucionarios a defender sin dar tregua alguna, nuestras trincheras de combate. Del resultado de estos acontecimientos depende, nuestro avance en la construcción de un nuevo sistema, capaz de mantener la esperanza de un pueblo que por muchas décadas a sido excluido y su condición social pisoteado.

lunes, 22 de junio de 2009

ENAGENACIÓN MEDIÁTICA












Allí están nuevamente,
elementos de dominación,
exclusión y alienación.
Invisibilizando nuestros pueblos.

Indígenas, negros y pobres, no existen.

Corporaciones transnacionales de comunicación
al servicio de las minorías oligarcas,
¿Cuántas neuronas piensas absorber hoy?
¿Cuánto más hipnotizarás a nuestros hijos?
Que por su color y clase social
no caben en tu estatus de sociedad estereotipada.

Como una sustancia química volátil,
así tu maquinaria hace añicos a los pobres que
creyeron en tus mentiras.

Eres la elocuencia ensordecedora,
Retórica es tu discurso en nombre de la libertad.

Armas de dominación genocidas,
que idiotizan y utilizan el pensamiento universal.
censuran la irreverencia, la idea libertaria,
la verdad, con la subjetividad.

Tergiversan la información,mediante la practica
del terrorismo, para acabar con la historia de pueblos
e implantar su propia historia,
Acallan la matanza de indígenas y negros,
ocultan la demandas de las clases trabajadoras.
Indiferentes al dolor ajeno de los hombres,
oprimidos producto por la explotación de su trabajo.


Todo hecho noticioso es un producto,
es una forma de aculturar mediante las
técnicas discriminatorias y excluyentes,
de la publicidad.

He decidido apagarte, ser irreverente,
levantarme a comunicar, a informar,
a revelarme en tu contra desde
nuestras realidades, a buscar la verdad,
para que cese el fuego de tu guerra psicológica
y mediática de tus anclas mitómanos.

Comenzaré a verte de una manera distinta,
he de verte como ese aparato que no tiene
sentido sin el valor humano.

He de reclamarte el espacio que usas para
dominar, devuélvelo, devuelve los campos,
que dejaron de ser sembrados, atentando contra
la soberanía alimentaría, para instalar tus antenas repetidoras
y apoyar la campaña de etanol.


LEONARDO CANTILLO

viernes, 19 de junio de 2009

EL REVOLUCIONARIO IRREVERENTE

No es nuestra intención clara como revolucionarios convertirnos en unos escépticos radicales, sin embargo, los embates opresores del capitalismo en su maniobra mediática, nefasta y permanente, junto a su retórico discurso de las libertades plenas, insisten en embestir, criticar y satanizar el socialismo. Discurso que se ha convertido en la enfermedad psicológica a las que muchos embarga, generando un estado de indecisiones políticas, generando una condición de pasividad política, llevándolos a vivir una realidad virtual, frágil y en la mayoría de los casos, se convierte real dentro de su lógica inequívoca, pero que en su esencia sufre consecuencias colectivas, debido a la inestabilidad del sistema capitalista, es entonces a lo que remediablemente llaman crisis.

Esa crisis, viene dada, no por buscar una solución real y radical del problema (eso sería una gran pérdida monetaria) la crisis es un estado donde los fenómenos económicos surgen, debido a que las elites se mantienen de esa crisis, luego una manada de dinosaurios con maestrías en economía, aportan las posibles soluciones donde casi nunca (por no decir que siempre) el pueblo es el sacrificado. Pero que dada la necesidad de mantener esa elite, nunca señalan los culpables que originan esas crisis, que en su esencia son necesarias para mantener el sistema capitalista.

Estos elementos fundamentales del capitalismo y sus activadores, se han enquistado en los espacios de poder, en los espacios donde la revolución con sus fracasos y virtudes ha conquistado, pero como bien valida es la frase “más fácil es conquistar que mantener una conquista”, pues vemos allí a los apátridas, volviendo a enconchar la conciencia de clase, el pensamiento crítico y libertario que nos soldaron y sellaron, pero que los duros golpes al coco del pueblo, destaparon su real conciencia revolucionaria en febrero del 89 y de allí, han tenido que profundizar el satanismo de la revolución para poder distorsionar ese pensamiento progresista.

Es por ello, que como lo dicen los fonemas iniciales de este discurso, es necesario comenzar la lucha radical e irreverente, del sistema que no termina de morir, es necesario erradicar ese conductismo, antipatriótico, que constantemente nos quiere condicionar, negándonos, el crecimiento de nuestro intelecto, llevándonos a su científica verdad únipolar.

La razón es clara, dos elementos fundamentales debemos entender los revolucionarios, el primero proviene de la disciplina revolucionaria, por ello somos y estamos subordinado al mandato del líder de esta revolución el comandante Hugo Chávez, el otro y último pero no menos importante, tiene que ver con el debate de las ideas, pues en las mismas están inmersa la condición irreverente del socialismo ante las corrientes positivistas y funcionalistas Por supuestos que ese segundo elemento está acompañado de una constante revisión del discurso político reaccionario, que debe nutrirse de forma permanente.

La tarea no es fácil, debemos entender las razones claras, de nuestras convicciones y actitudes revolucionarias, existen muchos revolucionarios camaleónicos, que durante el ejercicio de sus funciones en los puestos de decisiones, dejan expresar sus más perversas practicas tradicionales del capitalismo salvaje, es por ello, que los revolucionarios debemos luchar con conciencia de clase y un claro pensamiento progresista ante estas realidades, enfrentado de forma irreverente, pero en el debate. El debate de las ideas.


LEONARDO CANTILLO

jueves, 18 de junio de 2009

ALGUNOS ASPECTOS DE LA CULTURA Y SU TOTALIDAD

La cultura es un tema de amplia reflexión, implica remontarnos a la historia misma de la humanidad. En el concepto moderno de cultura que define a esta como una totalidad, entran aspectos muy diversos desde una simple muñeca de trapo hasta la máquina industrial más compleja y una serie de elementos que están expuestos a los constantes cambios de la cotidianidad, por lo tanto no basta sólo con decir que cultura es todo, es necesario una nueva y convincente estrategia discursiva.

El trabajo de ciertos portadores de la cultura en la actualidad se caracteriza por una crítica constante, acompañada de una noción precaria y contradictoria, a las bellas artes, y desde una perspectiva que se aleja de la noble intención de democratizarlas. Las desvaloriza de tal modo que, aunque en ocasiones no lo parezca, es un asunto desfavorable al cumplimiento de “políticas culturales” implementadas en los últimos años. Acción que apunta hacia una posible confusión de las diferentes practicas de la vida cultural y, más aún, de la cultural local.

Sí bien es cierto que en el contexto venezolano las llamadas “bellas artes” están en manos de elites, no quiere decir que la valoración de la cultura popular deba estar reñida con estas, sino más bien, es necesario nutrirlas mutuamente para elevar el nivel de ambas como esencia integradora del desarrollo de la nación.

Abordar el debate sobre el tema de la cultura, requiere, en primer lugar una distinción entre las diversas manifestaciones culturales, incluyendo todas las artes y sus múltiples formas de expresión con la finalidad de que cada sujeto pueda crear significaciones desde su propia consciencia.

Parafraseando a Fidel castro: “La cultura es espada y escudo de la nación” y conocerla a profundidad, con todo aquello que le acontece, es también zafarnos de las amarras que han originado los conceptos ya preestablecidos por las clases dominantes, asumiendo así los compromisos de un momento histórico que conlleve a transformaciones visibles de nuestra sociedad.

Cristina Martín

miércoles, 17 de junio de 2009

CULTURA ES PODER POPULAR

Una mirada en perspectiva del empoderamiento de las bases populares, tiene que ver de forma directa con la construcción del pensamiento socialista, que surja en el seno de las bases conceptuales de la conciencia crítica, que parta de una concepción no desvirtuada del proyecto socialista bolivariano, fortalecido éste desde nuestra conciencia indígena, afrodescendiente y más allá de las vertientes étnicas que nos han impuesto como pueblos insurgentes, irreverentes y resistentes, como lo hicieron nuestros pasados aborígenes que fueron profundamente golpeados, colonizados, excluidos, inductados, adoctrinados y dominados, hasta no hace sino menos de 15 años atrás por las burguesías que nos aculturaron, desde la conquista eurocentrista, y la dominación mediante doctrinas eclesiásticas que acabaron con nuestros dioses, de barro, de piedra, de palma, de humo y con nuestra convicción paleoindia.

Las estas políticas de exclusión y discriminación que nos llevó al desenlace de la rebelión popular fraguada desde hace siglos atrás, con la resistencia indígena, pasando por la guerra de independencia y la rebelión del 89, batallas que culminaron con la dominación del imperio capitalista, acallando nuestras reivindicaciones sociales, encargando de fijar este modelo como la única salida de las crisis económicas políticas de los pueblos, mediante programas sociales que provocaron las desigualdades económicas colocando una educación dominante que produjera más y más miseria, necesidades de consumo, desde las escuelas, universidades, medios de comunicación social, programas privatizadores de la verdadera realidad humana para involucrarnos en momentos ficticios pintado a través de las libertades; económicas y civiles, entre otras, generando una fuerte afección a los procesos democráticos y social democrático como la única salida para los pueblos, pero que en más de un decenio, evaluaban y proyectaban un futuro negro e hipotético para los más pobres y oprimidos, considerando la privatización de todas las instituciones y empresas proveedoras de bienestar social y desarrollo local como la única salida a los problemas sociales.


La revolución es cultural, como toda expresión del espíritu humano, es la libertad adquirida por derecho natural, colectiva y socialista, con valores únicos para la transformación dentro de los pensamientos generales, exclusivos y científicos, porque nace del alma, como la comunicación más epistémica del pensamiento humano, sin embargo se hace imprescindible asaltar con ella como el arma necesaria para la revolución, la revolución cultural.

Leonardo Cantillo